Ayudarse a Uno Mismo Cuando Alguien Que Ama Ha Muerto

Por Alan D. Wolfelt, Ph.D.

 

Alguien a quien ama ha muerto. Está comenzando un camino que a menudo es aterrador, doloroso y solitario. Ninguna palabra, escrita o hablada, puede quitar el dolor que ahora siente. Esta información puede brindarle consuelo y aliento a medida que se comprometa a ayudarse a sí mismo a sanar.

Quizás ya haya escuchado: "Con el tiempo, te sentirás mejor". En realidad, el tiempo por sí solo no tiene nada que ver con la sanación. Para sanar, debe estar dispuesto a comprender el proceso del duelo y cómo le afectará hoy, mañana y siempre.

Por más aterrador que esto pueda parecer, nunca "superará" su dolor. En cambio, aprenderá a vivir con él. Esto no significa que nunca será feliz de nuevo. Si se permite el tiempo y la compasión para llorar, si realmente trabaja a través de su dolor, usted también sanará y encontrará un significado continuo para vivir y amar.

Lo que puede sentir

Aunque el dolor es diferente para cada persona y cada circunstancia, muchos experimentan las siguientes emociones y comportamientos:

Impacto (shock)

Puede sentirse desorientado y aturdido, especialmente inmediatamente después de la muerte.

Confusión

Puede sentir una confusión continua, donde pensamientos desconectados corren por su mente y no puede completar tareas.

Ansiedad

Puede temer que usted u otros morirán. Puede dudar de su capacidad para sobrevivir y sentirse ansioso por las realidades cotidianas, como el trabajo o las finanzas.

Ira

La ira y el odio, la culpa, el terror, el resentimiento, la rabia y los celos son respuestas normales. Estas emociones explosivas proporcionan un vehículo para que proteste por su pérdida.

Culpa

Puede sentir culpa o arrepentimiento. Estas son reacciones naturales.

Tristeza

Semanas o meses pasarán antes de que experimente completamente las profundidades de su tristeza. Esta lenta progresión es natural y le da tiempo para abrazar su pérdida.

Físicos

Puede tener problemas para dormir y tener poca energía. Otros cambios pueden incluir dolores musculares, dificultad para respirar, opresión en la garganta o en el pecho, problemas digestivos, sensibilidad al ruido, palpitaciones, dolores de cabeza, aumento de reacciones alérgicas, cambios en el apetito, pérdida o aumento de peso, agitación y tensión generalizada.

Las necesidades de reconciliación del duelo

Si bien su camino de duelo será único, todas las personas en duelo tienen ciertas necesidades que deben cumplirse para que puedan sanar. A las más centrales las llamo "Necesidades de Reconciliación del Duelo". No interprete estas necesidades como pasos ordenados. En cambio, es probable que rebote de uno a otro, y tal vez incluso trabaje en 2 o más simultáneamente.

Reconozca la realidad de la muerte.

Ya sea repentina o anticipada, reconocer la realidad completa de la pérdida puede tomar semanas o meses. Puede avanzar y retroceder entre protestar y reconocer la realidad de la muerte. Puede reproducir los eventos que rodean la muerte y confrontar los recuerdos, tanto buenos como malos. Es como si cada vez que hablara, el evento fuera un poco más real.

Muévase hacia el dolor de la pérdida.

Expresar sus pensamientos y sentimientos intensos sobre la muerte es una necesidad difícil pero importante. Probablemente necesite "medicarse" a usted mismo cuando viva el dolor de su pérdida. En otras palabras, no puede o no debería tratar de satisfacer esta necesidad de una sola vez.

A través de la memoria, continúe la relación con la persona que murió.

Abrazar sus recuerdos – tanto felices como tristes – puede ser un proceso muy lento y, a veces, doloroso. Pero recordar el pasado hace posible la esperanza del futuro.

Desarrolle una nueva identidad.

Parte de su propia identidad proviene de las relaciones que ha creado con los demás. Cuando alguien con quien tiene una relación muere, su identidad cambia naturalmente. A medida que las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido avanzan en sus caminos de duelo, muchos descubren que algunos aspectos de sus identidades personales han cambiado positivamente. Por ejemplo, puede sentirse más seguro o más abierto a los retos de la vida.

Busque un sentido.

Naturalmente, usted se cuestionará el sentido y el propósito de la vida. Se debe llegar a manejar estas preguntas si desea progresar en su camino de duelo. Muévase a su propio ritmo. Reconozca que permitirse sufrir y encontrar un sentido continuo en su vida eventualmente permitirá que haya una sanación.

Siga recibiendo apoyo de los demás.

Nunca dejará de necesitar el amor y el apoyo de los demás porque nunca "superará" su duelo. A medida que aprenda a reconciliar su duelo, sin embargo, necesitará ayuda con menos intensidad y con menos frecuencia. Siempre necesitará que sus amigos y familiares lo escuchen y lo apoyen en su continuo camino de duelo. Los grupos de apoyo pueden ser otro recurso de ayuda a largo plazo.

Busque ayuda.

Al abrazar el dolor de su pérdida, la sanación requiere el apoyo y la comprensión de quienes lo rodean. Tal vez lo más compasivo que puede hacer por sí mismo es buscar ayuda. Los amigos y familiares probablemente constituirán el núcleo de su sistema de apoyo. También puede encontrar consuelo al hablar con un ministro u otro líder de la iglesia. Un consejero profesional también puede ser muy útil y ser un oyente objetivo. Para muchas personas en duelo, los grupos de apoyo son uno de sus mejores recursos, donde pueden conectarse con otras personas que han tenido pensamientos y sentimientos similares.

Sobre el Autor

Alan D. Wolfelt, Ph.D., es un conocido autor, docente y consejero de duelo conocido internacionalmente por sus sobresalientes contribuciones educativas sobre el duelo de adultos y niños. Se desempeña como director del Centro de Pérdida y Transición de la Vida y es maestro del Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado.